La Brújula Despistada

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La Brújula Despistada.

lunes, 14 de enero de 2013

Dos en Uno. Criticón Lalá


     El otro día fui al teatro a ver una obra titulada Siglo de Oro, Siglo de Ahora. Esta obra está formada por diversos sketches en forma de entremeses que nos muestran y nos demuestran que no hay tanta diferencia entre el Siglo de Oro y el Siglo de Ahora. Aquí se recupera el teatro como lo era en el Siglo de Oro: diversos entremeses juntos tratando diversos temas, formando una folía, (es decir, una locura). Pero esta vez, con el toque personal de la compañía, Ron Lalá: teatro con música en directo y un humor desternillante. Todo bien agitado. Estos entremeses son enlazados (cosidos, hilvanados, o más bien liados) por el hilo conductor de esta obra, el licenciado don Filólogo Lumbreras. Este personaje, (que en un principio da un poco de yu-yu, sobre todo por el pelo y la voz, cosas del barroco) tiene todo tipo de
El Licenciado don Filólogo Lumbreras.
"privilegios literarios" a lo largo de la obra: puede tratar con los personajes, introducir sus apartes o detener la escena, hacer notas al pie, incluso hablar con el público.
     El ritmo de esta actuación no cae en ningún momento en toda la obra, cuando los actores entran a través del patio de butacas, armando una mojiganga carnavalesca y avisándonos que "¡menuda folía vamos a montar!". Así zarpa esta obra, con la mojiganga en la que nos cuentan que una noche cada siglo, un barco de comediantes, de "cómicos de la legua", abordará nuestra tierra, y harán que "el Siglo de Oro siglo de ahora se vuelva".
Álvaro Tato como Hamlet e Íñigo Echevarría como don Quijote, con el que guarda cierto parecido.
     Sin perder su trepidante ritmo, y siempre todo en verso (como en el teatro del Siglo de Oro) el licenciado don Filólogo Lumbreras nos va guiando por los distintos entremeses, en los que se trata de forma crítica (y cítrica, como dicen ellos) los tiempos de ahora. Y así vamos viendo una loa (algo prosaica, dicho sea de paso) a Talía, la musa del teatro; un entremés sobre un sastre en el que nos enseñan los personajes por dentro y por fuera; una nueva teoría de por qué Shakespeare y Cervantes murieron el mismo día, en la que son protagonistas Hamlet y don Quijote; seguida de una jácara sacramental, la de la Partida Final, nada menos (don Filólogo Lumbreras nos explicará qué es eso) en la que cuatro pícaros muy peculiares se jugarán un orbe muy especial. También nos meteremos en política viendo cómo el conde-duque de Olivares y un político actual dan juntos un discurso, cómo dan el nihil obstat a una canción y cómo España viaja a Argel a pedir ayuda, ayuda que consigue a cambio de una maldición. También , y por si fuera poco, a Ron Lalá le da tiempo incluso a romper la cuarta barrera y durante un entremés de líos y amoríos el público interpretará el papel de eco. Don Filólogo Lumbreras nos explicará qué es el eco eco, por si hay algún despistado. Y, por último, como Fin de Fiesta, cinco veteranos de Flandes (únicos supervivientes a una batalla, gracias a una curiosa estrategia) cantaron algo de flamenco y respondieron a la pregunta que tiene una respuesta casi automática: ¿Quién mató al comendador?
 
     Un espectáculo absolutamente tronchante, en el que el público ve cómo el Siglo de Oro y el Siglo de Ahora son constantemente comparados, y comprueba que no hay tanta diferencia entre uno y otro, como si cada uno estuviera a un lado del espejo. Esta obra es también un homenaje al teatro puro y duro, como el del Siglo de Oro, ya que está compuesta enteramente en verso, y además utilizando recursos teatrales de la época. Así, don Filólogo Lumbreras nos va explicando qué es una folía, una jácara o un aparte; y también nos enseñarán cómo funcionaban los rumores en el Siglo de Oro y cómo funcionan en el Siglo de Ahora gracias al "experimentidero".
     Con esta obra no sólo disfrutas sino que aprendes de Historia y Literatura, o de Historia de la Literatura (también), y además divirtiéndote mucho, mucho, mucho. Yo os la recomiendo. Está de Lope.


 
El programa de la función, que estaba la mar de currado.









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